Los Recreos Inclusivos desde la perspectiva de un Centro de Educación Especial

El Centro Concertado de Educación Especial “San Juan de Dios” APACE de Toledo teniendo presente el marco normativo que rige en la actualidad y haciendo una breve reflexión sobre él se plantea lo que denomina “Recreos Inclusivos”.

La Constitución Española en su Artículo 27.2, nos dice: «La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales».

La LOE, ratificada más tarde por la LOMCE, en su capítulo I del título preliminar establece los principios y fines del sistema educativo. Entre los principios recoge; la calidad de la educación para todo el alumnado; la equidad que garantice la igualdad de oportunidades; la inclusión educativa y la no discriminación.

Desde el CCEE “San Juan de Dios” APACE entendemos por inclusión, como define la UNESCO, el proceso que identifica y responde a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Se trata de un nuevo enfoque de la educación y no consiste en un conjunto de técnicas.

La diversidad en el ámbito de la inclusión educativa abarca todos los aspectos, como son la diversidad étnica, cultural, social, física, etc., teniendo como base la igualdad de oportunidades para todos y el principio de la no discriminación.

¿Qué conlleva?.

  • Implica cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niños y niñas.
  • Implica, igualmente, a todos los programas educativos puestos en marcha, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.
  • Hace referencia a metas comunes para disminuir y superar todo tipo de exclusión.
  • Significa posibilitar a todos los estudiantes participar de lleno en la vida y el trabajo dentro de las comunidades, sin importar sus necesidades.
  • Tiene que ver con la calidad de las experiencias.

Igualmente tanto el Decreto 67/2007, por el que se establece y ordena el currículo del segundo ciclo de Educación Infantil en Castilla- La Mancha; como el Decreto 54/2014, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria, en diferentes áreas hace alusión al juego.

El juego es el elemento que emplearemos para realizar los “recreos inclusivos”. Se fomentará a través de él y se desarrollarán las siguientes competencias, entre otras muchas: competencia de aprender a aprender, competencia social y cívica, y la competencia emocional (en educación infantil).

Si tenemos en cuenta lo expuesto podemos sacar algunas conclusiones importantes como son la importancia que tienen: el compartir, participar, la solidaridad… en resumen el vivenciar los valores en la vida cotidiana. Nosotros nos centraremos en la inclusión para el alumnado con necesidades educativas especiales.

Desde nuestra experiencia y tras varios cursos analizando la escolarización combinada y la llamada inclusión a tiempo completo hemos podido observar que a nivel interno de aulas, los EOA y los tutores hacen verdaderos esfuerzos por las adaptaciones curriculares para el trabajo diario del alumnado con NEE.

Igualmente hemos constatado que existen aún algunas lagunas. Creemos que hemos de progresar en los procesos de inclusión más cercana y cotidiana, como uno de los máximos niveles de concreción, y en esa concepción qué mejor que los recreos.

Se habla siempre de inclusión de los alumnos con discapacidad en los colegios ordinarios, pero para conseguirlo con garantías es necesario intervenir no sólo en las aulas sino también en los recreos donde se crean y desarrollan los valores (amistad, afectividad, solidaridad) entre los alumnos a través de actividades de juego. Todo ello en un ambiente que, al ser más distendido, puede potenciar mayores vínculos.

No se trata de adaptar ni forzar situaciones, sino de aprovechar un tiempo que también es lectivo para poner en práctica actividades que enseñen a los alumnos la importancia de la solidaridad, la empatía, la amistad, el apreciar y valorar las diferencias y aprender de ellas. Previamente es conveniente el trabajo en el aula a nivel de preparación teórica.

Desarrollo.

El recreo conforma un espacio privilegiado para la construcción de la identidad, dónde se intercambian normas, valores y conductas. Se interactúa con los otros fomentando y consolidando las relaciones sociales y personales.

Lo podemos llevar a la realidad a través de juegos cooperativos, actividades lúdicas de colaboración, que, además del disfrute que de por sí tiene el juego, fortalecen los vínculos afectivos, aportan mayor conocimiento de las capacidades de todos y favorece el crecimiento personal mediante la vivenciación e interiorización de los valores mencionados y las relaciones sociales.

Para ello desde el Centro de Educación Especial “San Juan de Dios” presentamos en el inicio de este curso a algunos centros ordinarios de nuestro entorno inmediato una propuesta de trabajo colaborativo en el cual uníamos alumnos y alumnas de nuestro centro con los suyos, realizando diferentes actividades adaptadas (juegos populares, pequeñas gymcanas, circuitos motrices, juegos adaptados, canciones, etc), mostrando tanto a escolares como a profesionales diferentes alternativas de juegos que les sirva como herramientas para su día a día en sus recreos.

Así, este curso hemos desarrollado los recreos inclusivos en los Colegios Escultor Alberto Sánchez  y Jaime de Foxá de Toledo, con visitas una vez al mes de un grupo de alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales de nuestro centro.

Esta iniciativa surge desde la constatación de que en los recreos los acnees suelen estar con adultos (ATEs, profesores) y si no se promueve la participación activa en ellos no podemos hablar de Inclusión. Además, en estos casos el patio del recreo no incluye a todo el alumnado, el juego se convierte en diferencial y poco inclusivo ante estos alumnos. Por otra parte, los alumnos llamados “normales” no tienen que adaptarse al completo y  continuamente a los acnees, pero tampoco a la inversa. Y finalmente, los valores, explicados previamente en el aula, se trabajan en vivo y en directo en el mismo recreo.

La organización de estos recreos inclusivos se realiza tomando como ejemplo una clase con 25 alumnos y con dos acnees y se organizó en distintas fases:

  • Trabajo previo en las aulas: solidaridad, trabajo cooperativo, respeto…
  • Realización de una encuesta a los alumnos, profesionales y equipo directivo del Colegio que va a participar.
  • División del número total de alumnos y alumnas en grupos de seis y los dos acnees. Con ello saldrían cuatro grupos y cada grupo compartiría su tiempo de recreo durante una semana cada cuatro semanas.
  • En los recreos, como periodos lectivos, se necesita la implicación de tres o cuatro profesionales (o los que se consideren oportunos). Los profesionales actúan como mediadores durante el tiempo que haga falta. La idea es ir disminuyendo paulatinamente la mediación para que los grupos sean lo más autónomos posible.
  • Al finalizar los recreos se vuelve a pasar una encuesta al alumnado, profesionales y equipo directivo.
  • Se está elaborando una breve guía descriptiva de algunos juegos adaptados para facilitar el trabajo.

Conclusiones.

La experiencia está resultando muy positiva y los alumnos y profesores están respondiendo con mucha motivación e interés. En estas primeras etapas del desarrollo infantil cuando no se tienen prejuicios y se les abre todo un mundo de oportunidades, los profesionales tenemos la obligación de intervenir para crear las bases de una verdadera sociedad rica en valores y derechos.

El objetivo final de nuestra iniciativa es demostrar que la inclusión en los recreos es viable y así retirar el apoyo que préstamos, para que en los próximos cursos sean los propios centros los que realicen el programa, llevando a cabo diferentes juegos que surjan de las propias iniciativas y necesidades del alumnado.

Si somos capaces de llevar y normalizar la inclusión en los recreos de una forma real, efectiva y cotidiana, habremos conseguido mejorar nuestra práctica profesional y formar mejores personas teniendo en nuestras manos una de las llaves para avanzar en la vía de la inclusión de personas con discapacidad, dando un paso significativo hacia la socialización de todos y hacia una vida más plena.

Para el curso próximo ya hay dos centros más que quieren participar en esta propuesta.

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