ApS: la Facultad de Educación y los Colegios de Ciudad Real por un proyecto común

En el CEIP Pío XII en las actividades en torno al huerto.

Trabajando en la  prevención de la violencia de género en el CEIP Alcalde José Cruz Prado.

Un momento del trabajo en una de las bibliotecas de los centros participantes.

Laboratorio de ciencias en el CEIP Dulcinea de El Toboso.

Desde el Área de Sociología de la Facultad Educación de Ciudad Real y en colaboración con los departamentos de Pedagogía, Música y Educación Física se ha impulsado la realización de prácticas educativas de Aprendizaje-Servicio (ApS) enmarcadas dentro del Proyecto Intercampus de Innovación Docente: “Implantación y desarrollo del Aprendizaje-Servicio en las Facultades de Educación de la UCLM” con sede en el Campus de Cuenca.

El alumnado participante de primer curso de las especialidades de Educación Primaria e Infantil de la Facultad de Educación ha sido pionero en la ejecución local de este proyecto desarrollado durante los meses de noviembre y diciembre del curso académico 2018/2019 en los centros educativos de Ciudad Real Pio XII, Alcalde José Cruz Prado, Jorge Manrique, Don Quijote, Cristóbal Colón y  Dulcinea del Toboso.

Este proyecto de Aprendizaje-Servicio (ApS) nace como una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto perfectamente articulado, donde sus participantes aprenden a trabajar en necesidades reales del entorno con la finalidad de contribuir a mejorarlo. Es un método para unir el compromiso social con el aprendizaje de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, así como aquellas consideraciones esenciales en la formación de un docente como las emociones, sentimientos o la solidaridad. ( https://aprendizajeservicio.net/)

Esta experiencia supone una mayor motivación para el alumnado y el profesorado y una gran implicación con el entorno que les rodea, así como un extra de dedicación y esfuerzo. Esta práctica permite la proyección social de la Facultad de Educación, visibilizando su contribución al desarrollo para con la profesión docente. Además, este proyecto constituye la primera experiencia con esta metodología tanto para el alumnado como para el profesorado participante, también supone un aprendizaje sobre esta metodología innovadora en contextos de educación superior en Castilla-La Mancha, lo que permite formular algunas propuestas de mejora para nuevas aplicaciones de este proyecto.

Es por ello que esta práctica pedagógica está compuesta por un amplio grupo de protagonistas que de forma activa participan en el proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que se han propuesto objetivos diferenciados para una mejor comprensión:

Desde el alumnado en formación y la propia Facultad de Educación destacamos:

  • Conocer la realidad de los centros escolares en el que se desarrolla la actividad.
  • Incorporar elementos prácticos a su formación.
  • Desarrollar un compromiso ético y ciudadano.
  • Aumentar el impacto social en el entorno.
  • Ofrecer contextos reales y significativos para el aprendizaje.
  • Reforzar la coordinación e interdisciplinariedad.Desde los centros educativos participantes y su alumnado.
  • Reforzar la atención a la diversidad.
  • Mejorar el clima escolar y la convivencia.
  • Singularizar los centros con proyectos de investigación e innovación.
  • Mejorar el rendimiento académico.
  • Favorecer la inclusión.
  • Garantizar la atención y experimentación.

Para poder llevar a cabo el diseño y ejecución de las acciones y actividades propuestas y consensuadas con los centros educativos, se siguieron los pasos metodológicos propios del ApS:

  1. En primer lugar se llevó a cabo un diagnóstico de las posibilidades del grupo de alumnado que iba a llevar a cabo el proyecto;
  2. Seguidamente se realizó la selección del servicio que resultara necesario, interesante, accesible y a la vez oportuno para los contenidos de los departamentos de la Facultad. Aspecto que detectaron y demandaron aquellos centros educativos participantes y entre los que destacamos: Prevención de la violencia de género, Recreos activos, Acciones musicales, Adecuación y dinamización del huerto escolar, Mejora de la biblioteca o Reorganización del laboratorio de ciencias, entre otros.
  3. Establecimiento de los aprendizajes vinculados al servicio, a través de la escucha de las preferencias del alumnado participante en el proyecto.
  4. Diseño de las propuestas de actividades por grupos con afinidades y en función de las necesidades observadas.
  5. Planteamiento de la demanda a los centros y acuerdo de colaboración para la realización de los proyectos.
  6. Ejecución e implementación de los proyectos por parte del alumnado.
  7. Valoración- reflexión de los resultados obtenidos en la práctica.

Como resultado de este proceso y práctica educativa cabe destacar el interés y gran acogida del alumnado de la Facultad para el desarrollo de este proyecto. Desde sus memorias reflexivas se han compartido experiencias en las que destacan los objetivos cumplidos, la autoevaluación durante el proceso de implementación en las aulas, la evolución del proceso individual emocional; nerviosismo con la entrada, inquietudes, inseguridades, satisfacción, autoaprendizaje o crecimiento y admiración hacia la carrera docente. Además han podido experimentar aspectos muy importantes para el crecimiento profesional de la figura docente a través de la ruptura de esquemas mentales y predefinidos que tenían de cómo enseñar, distribuir un aula, comportamiento del alumnado o el papel docente tan importante en el aula.

Finalmente podemos decir que este proyecto está teniendo un resultado muy positivo en el aprendizaje del alumnado de las Facultades de Educación donde se está implantando (Campus de Albacete, Cuenca, Ciudad Real y Toledo), en el profesorado y alumnado de los centros colaboradores, pues las prácticas del alumnado en formación ha creado nuevas rutinas de aula y, en el profesorado de la Facultad, pues supone un impulso para seguir investigando y fomentando el acercamiento de la universidad a los entornos educativos, ejerciendo ese compromiso social tan importante en la educación.

Es por ello que la Universidad, además de formar a futuros docentes, debe preocuparse de formar a ciudadanos críticos, solidarios y activos, que sean capaces de contribuir a crear una sociedad mejor y el ApS es una metodología que está demostrando que puede contribuir a ello desde la formación inicial de los que serán el profesorado del futuro.

Bibliografía

BATLLE, ROSER, “¿De qué hablamos cuando hablamos de aprendizaje-servicio?”, Crítica, 972, (2011), (pp. 49-54).

 

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