El Colegio Isaac Albéniz de Cuenca, representado por su equipo directivo y tres estudiantes, Jorge, David y María, ha estado presente recientemente en el acto de conmemoración de los 30 años del programa Erasmus+, una celebración que ha servido para recordar y reencontrarnos con la experiencia vivida.
Coordinado por el Colegio de Infantil y Primaria Isaac Albéniz y junto a alumnos y profesores de siete países, desarrollamos durante los cursos 2015-2016 y 2016-2017 un ambicioso y exitoso proyecto Erasmus+, bajo el nombre de "Concurso Europeo: Un reto bilingüe”, en el que trabajamos para implementar en los centros una dimensión europea de la educación que los ha convertido en ciudadanos europeos activos.
Participamos en un concurso en el que tuvimos la oportunidad de investigar, compartir y aprender sobre los países participantes. Desarrollando fuertes lazos de comunicación con todas las escuelas socias, por medio de visitas de intercambio de escolares, que resultaron ser la máxima motivación y el mayor éxito para todos ellos, que han viajado por toda Europa, junto a sus maestros. Crecieron "bilingües" juntos, trabajando en la lengua materna del país socio y en inglés, fomentando y fortaleciendo el espíritu europeo.
Este proyecto resultó ser un reto y un desafío para todos, no sólo por el volumen y la calidad del trabajo realizado por alumnos y profesores, sino porque nos comprometimos y conseguimos de manera exitosa desarrollar una mayor comprensión y respeto entre los alumnos, el personal y las familias.
Se creó un impacto profundo en las escuelas, las comunidades, las ciudades, el entorno, instituciones y colaboradores, ampliando su influencia más allá de lo que se pudiera prever al inicio de este proyecto. Todo hecho a través de la exploración de similitudes y diferencias por medio de actividades altamente interesantes y motivadoras para los alumnos, mostrando diferentes realidades, aspectos culturales y sociales dentro y fuera de las escuelas.
Por todo ello, el título del proyecto: “un reto bilingüe” se transformó en una realidad, y aunque se crearon productos finales de altísima calidad, el más valioso para todos los participantes es intangible: “Ayudar a formar futuros ciudadanos europeos tolerantes y respetuosos, aprendiendo de las diferencias, sin fronteras y sin barreras”.
Pero, no solo nosotros ocho hemos sido afortunados de vivir esta gran experiencia, hay millones de estudiantes europeos, personal de universidades, jóvenes y otros grupos más desaventajados entre otros, que han formado parte como elemento fundamental de la cohesión Europea.
Todas las instituciones nacionales y europeas han hecho posible este sueño, pues han hecho que sintamos que Europa es nuestra casa y que nos sintamos seguros y acompañados para conseguir promoviendo la paz, sus valores y el bienestar de todos sus pueblos.
