Tres generaciones de bilingüismo en Castilla-La Mancha

José Antonio Ruiz (Toledo, 1973) es un profesor de secundaria que se embarcó en los primeros proyectos bilingües cuando la Consejería de Educación publicó la primera orden de Secciones Europeas, allá por el año 2005. Entonces era profesor en el IES Azarquiel de Toledo y junto a otros tres compañeros del centro tuvieron incluso que convencer al Departamento de Inglés para comenzar a trabajar en un proyecto bilingüe que, a la larga, le traería muy buenos resultados a toda la comunidad educativa. En el año 2012 comenzó a trabajar en el IES Aldebarán de Fuensalida, donde continuó como Coordinador del programa bilingüe que había comenzado el año antes en este centro.

 “Al principio nos tocó hacer una gran promoción entre el alumnado y sus familias, ya que todo era nuevo para todos y generaba mucha incertidumbre.”

Fueron años muy ilusionantes, donde la administración invirtió tiempo y esfuerzos en formación y en el intercambio de experiencias entre los centros participantes en los proyectos. Además de tener la oportunidad de formarnos en el extranjero, cada año disponíamos de un auxiliar de conversación o un profesor/a visitante que nos ayudaba en nuestra labor educativa. Nosotros también trabajamos mucho, dado que entonces no existían tantos materiales como ahora. Además, desde el principio asumimos que el proyecto debía de acompañarse de actividades con el alumnado y sus familias para propiciar un mejor clima de trabajo conjunto. Hacíamos sesiones de cine con los chicos y las chicas en el centro, mientras sus padres y madres tenían un taller de conversación con la auxiliar. Comenzamos con un intercambio escolar con el Reino Unido, además de otros viajes nacionales e internacionales con actividades de inmersión lingüística. También comenzamos a trabajar con la metodología CLIL y el aprendizaje basado en proyectos, que hacía que el alumnado se motivase mucho.

Bilingüismo en Castilla-La Mancha

“Yo siempre tuve la certeza de que el programa sería un éxito, pero cuando pasa el tiempo y ves que tus alumnos/as han superado la EVAU, se han hecho médicos, abogados, ingenieros, personas felices que viajan y se comunican en otra lengua con mucha fluidez, te reafirmas en la idea de que los miedos que mucha gente trataba de meter sobre el aprendizaje bilingüe son infundados.”

“Si entendemos la educación exclusivamente como memorización de datos, obviamente aprender en inglés es mucho más difícil y el alumnado tendrá muchas carencias. Pero nuestra idea desde el principio fue trabajar por competencias (que en ese momento se empezaba a hablar de ellas) y propiciar un aprendizaje mucho más real y menos memorístico.”

Carmen Ruiz es profesora de inglés en el IES Aldebarán de Fuensalida y fue alumna de José Antonio en el IES Azarquiel, donde cursó la ESO en el programa bilingüe. Recuerda con mucho cariño esa etapa y ahora, como adulta y como profesora, es consciente de lo que significó para ella en cuanto al aprendizaje del idioma inglés. Posteriormente estudió Filología inglesa y ahora también imparte clases a dos grupos bilingües.

“Lo que más recuerdo de esos años es la oportunidad que se nos brindó de experimentar el idioma con alumnado nativo de otro centro educativo tanto aquí en España como en el Reino Unido gracias a los intercambios que se realizaron. Creo que aquello fue clave: como alumna me hizo sentir que aprender otro idioma es algo muy útil que te puede hacer conocer personas de otros lugares, ser capaz de comunicarte con ellas (especialmente si no conocen tu lengua materna) y vivir experiencias tan enriquecedoras como una estancia en otro país rodeada de personas de tu misma edad.”

Andrea y Emma son alumnas de 3º de ESO y tienen la idea de ser profesora y bioquímica, respectivamente.

“Pensamos que en el fututo tendremos la necesidad de manejar muchos recursos en inglés y estaremos más acostumbradas. Además, seremos capaces de viajar para conocer otros sitios.”

Alumnado del IES Aldebarán despidiendo a Kat, auxiliar de conversación canadiense.

Alumnado del IES Aldebarán despidiendo a Kat, auxiliar de conversación canadiense.

A pesar de que encontramos muchas ventajas a este tipo de proyectos, es verdad que también vemos algunos aspectos mejorables que transmitimos a la Administración siempre que tenemos ocasión. En los últimos años cada vez es más difícil conseguir tener en el centro a un auxiliar de conversación nativo, dado que la demanda ha crecido mucho. También encontramos excesivo el número de estudiantes que tenemos por grupo, pero es imposible reducirlo por el problema de espacios y la imposibilidad de disponer de cupos extra para hacer desdobles. Tampoco existe una política clara de consolidación de plazas bilingües en los centros y nos encontramos que después de más de diez años con el programa y con dos grupos bilingües por nivel sólo tenemos una plaza con perfil bilingüe en nuestra plantilla orgánica. Es muy habitual tener docentes nuevos cada año y esa situación no es la idónea para este tipo de programas. A todo esto, hay que añadir las dificultades propias de la COVID-19 en estos dos últimos cursos, donde la interacción y trabajos en grupo se ha visto reducida y las actividades culturales e intercambios han debido posponerse hasta que la situación lo permita.

Entrega de diplomas al alumnado que destaca por sus buenos resultados y por su actitud en el programa.

Entrega de diplomas al alumnado que destaca por sus buenos resultados y por su actitud en el programa.

A pesar de las dificultades, creemos que las ventajas del programa superan con creces a sus inconvenientes y es muy bonito ver como el sistema educativo público en un pueblo de Castilla-La Mancha es capaz de dar la oportunidad a nuestro alumnado de tener una mejor formación en idiomas y una serie de experiencias impensables en otro tiempo no muy lejano.

“Como educador, una de las cosas más bonitas de mi profesión es llevar a los chicos y a las chicas al intercambio en el Reino Unido: verlos interactuar en las clases, en las familias, llevarlos a Oxford o compartir con ellos la ilusión de montar en avión por primera vez.”

Entrada previa
Mejora de la Competencia Digital Educativa
Entrada siguiente
Eurovisión, un contenido educativo transversal y multidiscipliar