eTwinning es sólo uno de los ejemplos de las altas expectativas que tenemos para nuestro centro escolar. Plan de Plurilingüismo, huerto escolar, Ecoescuelas, eTwinning, metodología ABN, trabajo por proyectos, blogs de aula… son nuestras señas de identidad. Todo esto en una escuela rural, situada en San Martín de Montalbán, en los Montes de Toledo. Un pueblo pequeño, una escuela pequeña, pero de grandes miras.
El comienzo de nuestra andadura en eTwinning se remonta al curso 2014/2015. En aquel año, las cuatro tutoras y los 50 alumnos y alumnas del CEIP Santísimo Cristo de la Luz nos embarcamos en el Plan de Plurilingüismo.
Al ser ésta una localidad pequeña y con pocos recursos culturales o de ocio, no existe una oferta de promoción de los idiomas. Nuestros alumnos tienen que desplazarse a las localidades vecinas para buscar esas oportunidades.
En este aspecto, la escuela ha cumplido su función de compensadora de desigualdades, ofreciendo a todos nuestros alumnos las mismas oportunidades de acceso al idioma inglés.
Aunque con el Plan de Plurilingüismo aumentaba el tiempo de exposición a la lengua extranjera, consideramos que debíamos potenciar un contexto de comunicación auténtico, más allá del marco “artificial” de las asignaturas.
Es por eso que decidimos comenzar un proyecto eTwinning. eTwinning ofrece una plataforma a los centros escolares para comunicarse, colaborar y desarrollar proyectos con centros de otros países europeos, usando las tecnologías de la información y la comunicación. La temporalización y diseño de los proyectos eTwinning es mucho más flexible, se decide entre los socios y no tiene por qué durar un curso escolar completo. Esto era muy importante para nosotras, ya que cada tutora es responsable de dos o tres cursos, lo que supone una carga de trabajo y responsabilidad, que con el discurrir del curso se convierte en sobrecarga.
Para elegir la temática de nuestro primer proyecto tuvimos muy en cuenta nuestros recursos. El curso anterior los alumnos de Infantil habían comenzado a trabajar el huerto como recurso educativo. No queríamos renunciar a él y decidimos mantenerlo. Se nos ocurrió entonces relacionar el huerto con un proyecto de concienciación medioambiental y solicitamos la inscripción de nuestro centro en el programa internacional EcoEscuelas.
Nuestro proyecto europeo iba a versar sobre la Biodiversidad Local, con el apoyo y asesoramiento de ADEAC y la Diputación de Toledo.
Cuando nos dispusimos a buscar socios tuvimos la suerte de encontrar a nuestro cole gemelo en Francia. Un cole rural, con 40 alumnos y tres maestras en Tousson, cerca de Fontainebleu. También se nos unieron un colegio de Italia y otro de Reino Unido, pero fue con nuestro socio francés con quien realizamos el recorrido completo.
La comunicación con Carine Tupet, la coordinadora francesa, fue siempre muy fácil. Ambas pusimos mucho empeño en sacar el proyecto adelante y en transmitir esa ilusión a nuestras respectivas comunidades educativas.
Diseñamos una serie de actividades destinadas a conocer más y mejor nuestro entorno. Programamos salidas para conocer la flora y la fauna autóctonas; realizamos maquetas y planos en las que plasmamos los cambios que observábamos en nuestras localidades según las estaciones; intercambiamos correspondencia a través de correo ordinario (tarjetas de navidad, obsequios, periódicos escolares en los que recogimos información relacionada con el medio ambiente…); grabamos vídeos en los que nuestros alumnos enseñaban nuestras aulas a los socios participantes; compartimos la evolución de nuestros respectivos huertos escolares (siembra, mantenimiento, recolección); elaboramos nuestro propio compost con materia orgánica; realizamos casas y comederos para pájaros que colocamos en el patio …
Fue un proyecto muy completo en el que globalizamos las áreas de Inglés, Arts and Crafts y Science y potenciamos el uso de las TIC. Grabamos vídeos, realizamos presentaciones, usamos formularios, aprendimos a manejarnos en la plataforma eTwinning para comunicarnos con nuestro socio… todo en inglés. Pero lo más mágico de todo fue tener nuestras ventanitas del cole de San Martín abiertas a una región preciosa del norte de Francia.
El colofón fue recibir en el mes de abril del año pasado la visita de Carine y su familia, algo que nos hizo mucha ilusión a todos, alumnos y profesorado.
Todo nuestro esfuerzo e ilusión fueron recompensados con un Sello de Calidad Nacional y un Sello de Calidad Europeo. Con estos galardones se nos reconoce el buen aprovechamiento de las oportunidades que ofrece eTwinning para “abrir” las aulas de una escuela rural hacia otros centros europeos similares, promoviendo el respeto al entorno, el protagonismo y la creatividad del alumnado, favoreciendo la comunicación entre el alumnado a través de la grabación creativa de vídeos y la redacción de periódicos escolares.
Recientemente nos hemos presentado a la convocatoria de Premios eTwinning,y, quién sabe. Actualmente, tenemos en marcha un nuevo proyecto, “Let’s play together to let to know us”, con la misma socia francesa, ya amiga, Carine.