Movilizando los residuos

Se considera residuo a aquello que su propietario (o productor) destina al abandono porque no le es útil, no lo quiere o no tiene mercado. Pero ello no implica que sea algo inútil o inservible para otros, sino que solo lo es para su poseedor. Es decir, muchos de estos residuos pueden ser aprovechables o tener valor para otras personas. Además, estos residuos pueden tener una segunda utilidad, que muchas veces está por descubrir y que, de saberse, podría ahorrar muchos kilos de basura. Y es que, en la actualidad, los residuos son un problema muy serio por su enorme cantidad. Como ejemplo, puede citarse el caso de Estados Unidos, donde si se cargaran en camiones puestos en fila los residuos de origen urbano generados en un año (que representan únicamente el 1.5% del total de los originados en el país), se formaría una caravana con una longitud suficiente para darle casi 8 vueltas a la Tierra (Miller, 2002).

Por todo ello, debería establecerse una política de reducción del consumo para generar menos residuos, pero también una concienciación sobre la reutilización, evitando que estos productos lleguen a la basura y haya que producir y utilizar más recursos naturales y energía. Sin duda, el mejor momento para crear hábitos es la infancia, por ello, programas como Agenda 21 Escolar (A21E) potencian esta conciencia sostenible en los colegios, con actividades participativas que involucran a todos los miembros de la comunidad educativa: estudiantes, profesorado, personal de servicios, familias e, incluso, representantes de la Administración local, y tratan sobre problemas reales que los propios participantes diagnostican e intentan solucionar.

No obstante, el papel de los maestros es fundamental en toda esta cadena. De hecho, reputados investigadores como John Hattie (2012) señalan que, si hay una profesión capaz de cambiar las sociedades, esa es la del maestro. Así pues, concienciar a las futuras sociedades parece pasar por una buena formación de sus futuros docentes.

De ahí que  la Facultad de Educación de Albacete (FEAb) haya apostado por ello, y participa como un agente más en el proyecto Agenda 21E de Albacete, con actividades de concienciación y promoción de la sostenibilidad en sus estudiantes, como la que a continuación se relata.

La experiencia

Mediante una colaboración de las áreas de conocimiento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Didáctica de la Expresión Plástica, así como del grupo A21E de Albacete, se decide plantear a los alumnos de tercer curso del Grado de Maestro en Educación Infantil un trabajo consistente en la creación de un móvil, que debía: Estar construido, en su práctica totalidad, con material de deshecho y enseñar a los niños y niñas algo relacionado con las ciencias.  Además, los estudiantes tenían que preparar una ficha explicando sus características principales. 

La enorme creatividad de estos alumnos logró dar vida a un sinfín de objetos, a priori “inútiles”: botellas, canutos del papel, ramas de árbol, vasos de usar y tirar, cuerda de paquetes, plástico de sobres acolchados, envases de huevos sorpresa, papel de periódico, etc., y emplearlos para que los niños puedan aprender sobre: cadenas tróficas, el tiempo cronológico, las estaciones, los animales migratorios, la pirámide de la alimentación, las frutas que provienen de árboles, el reciclaje y un largo etcétera.

La experiencia ha logrado, por un lado, que los alumnos y alumnas estimulen su creatividad, sus conocimientos en ciencias y en el arte de la reutilización, elaborando materiales útiles para su futuro profesional que podrán emplear en las aulas, no sólo como manualidad estética, sino también como material didáctico relacionado con la ciencia y el desarrollo sostenible. Por otra parte, esta actividad ha servido como prueba de la conexión que puede establecerse entre dos asignaturas (Expresión Plástica y Medio Natural), aparentemente desvinculadas, que apuestan por el trabajo conjunto en la formación de los maestros, evitando, además, que los estudiantes dividan esfuerzo en varios trabajos de ambas asignaturas.

Finalmente, es importante destacar que todos los móviles estuvieron expuestos en la entrada de la Facultad de Educación y en la Dirección Provincial de Educación y los estudiantes que así lo desearon participaron como dinamizadores de talleres de móviles en el “IX encuentro de alumnos de A21E”.

Bibliografía:

Miller, G. T. (2002). Introducción a la Ciencia Ambiental. Madrid: Thomson.

Hattie, J. (2012). Visible learning for teachers: Maximizing impact on learning. London: Routledge.

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