Si hay algo que me llamó poderosamente la atención hace 15 años, cuando llegué por primera vez al Colegio Infanta Cristina de El Provencio fue el ver a un gran número de personas, en su mayoría de la tercera edad, circulando en bicicleta por sus calles. En ese momento esta circunstancia unida a que se trataba de una localidad de unos 2500 habitantes, preferentemente llana, de distancias cortas y con una densidad de circulación y tráfico bastante baja, me llevaron a reflexionar sobre los grandes beneficios y ventajas que tenía la vida en los pueblos, recordando etapas de la infancia en donde llegar de vacaciones al «pueblo de tus padres» era sinónimo de libertad, de seguridad y confianza, de vivir todo el día en la calle, de allí para acá, descubriendo cada rincón, construyendo campamentos, corriendo y subiendo en bicicleta, cazando bichos y un sinfín de cosas que, ante todo, transcurrían en la calle e implicaban estar en continuo movimiento.
Hace aproximadamente dos años, mientras observábamos, a través de la ventana del despacho, la entrada y salida del alumnado y las familias al Colegio en un día normal nos preguntamos, «¿cómo es posible que en un pueblo con estas características haya un porcentaje tan elevado de niños y niñas que acuden al centro en coche y acompañados por sus padres o abuelos todos los días? ¿Dónde había quedado aquella libertad y todos aquellos beneficios que suponía vivir en un pueblo? ¿Era normal ver tantos coches detenidos en la puerta del Colegio, atascos y problemas de circulación o eso era más propio de una ciudad?».
No solamente nos dimos cuenta de que vivíamos una situación totalmente anormal sino que nosotros, como Colegio, podíamos y debíamos hacer algo para intentar cambiarla, recuperando valores que se habían ido perdiendo y ni siquiera nos habíamos dado cuenta.
Así, nuestra participación como Proyecto Escolar Saludable, promovido por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, que en su apartado cuatro aborda el tema de los desplazamientos activos y el Proyecto Stars, que es un proyecto europeo que también busca fomentar los desplazamientos activos, seguros y autónomos a los colegios se convirtieron en dos excelentes oportunidades para tratar de dar una respuesta adecuada que involucrara a toda la comunidad educativa y, en definitiva, tuviera una repercusión e impacto positivo en la localidad.
De este modo, la creación de una comisión Stars donde se encuentran representados e implicados significativamente claustro, AMPA, Ayuntamiento y policía Local; la eliminación de barreras arquitectónicas y acondicionamiento para mejorar la accesibilidad al centro (rampas, eliminación de vallas…); la instalación de recursos que faciliten y fomenten los desplazamientos activos al centro y su adecuada señalización (aparcabicis, aparcapatinetes, zona para patines, casilleros para reducir peso de las mochilas); la elaboración y puesta en marcha de normas de uso y participación del alumnado desde las clases de Educación Física y acción tutorial; la celebración de «jornadas sobre ruedas» y «bicicletadas» de forma periódica; la creación de un mapa con rutas y puntos de encuentro para fomentar y garantizar un «camino seguro al cole» y la creación de un sistema de incentivos para el alumnado que hemos llamado «Salud€uros», nos han permitido incorporar un cambio significativo en los hábitos saludables no solamente del alumnado, sino también en las familias.
Por tanto, en la actualidad, hemos conseguido que alrededor de un 90% del alumnado se desplaza al centro de forma activa y cerca de un 60% lo hace de forma habitual en bicicleta, ha disminuido un 38% el alumnado que se desplaza en coche y ha aumentado en más de un 35% el alumnado que viene al centro solo o acompañado por otros alumnos/as. Además, todo ello está teniendo una repercusión positiva en la salud y la lucha contra el sendentarismo, la autoestima, autonomía e independencia; la socialización y convivencia, las alternativas de ocio y ocupación del tiempo libre, la reducción significativa de las emisiones de CO2 y la disminución del tráfico, accidentes y problemas de circulación.
Sin duda, para nosotros es un verdadero placer poder compartir nuestra experiencia y poner al servicio de la comunidad educativa el material y recursos creados con la intención de que haya más centros que se animen a ponerlo en marcha. No olvidéis que todo proyecto implica cambios y esos cambios, esfuerzo, compromiso y mucha, mucha ilusión. ¡Merece la pena intentarlo!
Los coordinadores del proyectos somos Julián Alarcón, jefe de estudios del centro y maestro de Primaria y yo mismo.
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