Experiencia europea en la educación musical toledana

Alumnado y profesorado de los programas Erasmus+ de Toledo y Madeira.

Alumnado de piano del Conservatorio de Toledo en una de sus clases en el Centro Superior Luigi Cherubini de Florencia.

Momentos previos a su concierto en el Auditorio Pietro Grossi en Florencia.

El alumnado participante en el intercambio con Helsinki en uno de los conciertos.

El hecho de que el Conservatorio Profesional de Música de Toledo haya participado en el proyecto Erasmus+ ha sido una oportunidad que como docentes nos ha permitido conocer otros sistemas educativos y otras realidades formativas. Dos centros musicales de referencia como son el Helsingin Konservatorio y el Luigi Cherubini en la Toscana han sido los Conservatorios que nos abrieron sus puertas compartiendo con sus docentes, unos días de intenso trabajo observando las prácticas artísticas que allí se desarrollaban.

A las incertidumbres propias de los preparativos de un viaje se unían los nervios por ser capaces de integrarnos a un ritmo de trabajo, apoyando a nuestros estudiantes que se encontraban esos días allí. No estábamos solas, los imprescindibles profesores que han acompañado a los jóvenes toledanos ya nos avisaron de las características del centro que nos iban a recibir.

El Conservatorio Luigi Cherubini, es un centro de estudio superior que contempla unos cursos previos de preparación, similares a lo que son las enseñanzas profesionales de música, nivel con el que nos hermanamos desde Toledo. Los estudiantes que formaron parte de esta experiencia, eran todos jóvenes pianistas por conveniencia y aprovechamiento de las características del centro que visitábamos. Los profesores, todos de reputada trayectoria, ofrecieron a los jóvenes lecciones magistrales de alta exigencia, consejos y motivaciones que siguen empleando semanas después de regresar.

Como docente, el poder asistir a clases de otros profesionales, conocer el sistema pedagógico, las ofertas culturales y musicales de una ciudad como Florencia, ha permitido enriquecer la visión con la que se imparten nuestras especialidades. Ser testigo directo de otras formas de enseñar música, obliga a reflexionar sobre las características de nuestras sesiones de aprendizaje, la orientación de las clases, la perspectiva laboral e incluso los principios en los que se basa el propio sistema. Siempre con el anhelo de seguir avanzando y mejorar.

Un aspecto extrapolable a nuestras aulas, es la responsabilidad con la que el estudiante se enfrenta a sus enseñanzas, de carácter opcional, exige una voluntad que el docente debe saber fomentar y motivar. El docente como guía en su aprendizaje, ofrece pistas por donde seguir aprendiendo, dejando un margen al estudiante para que confeccione sus propios intereses musicales. Es cierto que el sistema italiano carece de un sistema estatal público en los niveles previos a la enseñanza superior que en España están protegidos con las enseñanzas profesionales cuya seriedad y amparo legal permite enorgullecernos de la calidad de los estudios musicales en la adolescencia. 

El Conservatorio de Helsinki es un centro donde se imparten enseñanzas musicales desde dos perspectivas distintas: la primera, englobada en el llamado “Conservatorio abierto”, consiste en un enfoque muy libre y con un concepto de aprendizaje no profesionalizante, el “Hobby-based studies”.  Mientras realizan este programa de estudios, los alumnos aprenden música sin aspirar a realizar una carrera de ello, al menos por el momento. La otra vía de estudios consiste en los llamados estudios vocacionales, traducido literalmente del inglés “Vocational studies”. Programa de estudios que llevará a los estudiantes a ser músicos profesionales. El término utilizado permite reflexionar, ya que, ¿cuál es uno de los elementos de éxito para cualquier propósito educativo o laboral que emprendamos? Y más en unos estudios tan exigentes como los musicales donde si no hay vocación es prácticamente inviable plantearse una continuidad.

Para acceder a este plan de estudios vocacionales, los estudiantes tienen que tener cumplidos los dieciséis años de edad, y les va a llevar normalmente entre dos y tres años el concluirlos. Una vez realizados, pueden optar a una carrera universitaria y continuar de este modo su formación musical con estudios superiores. Los escolares menores de esa edad que están en el Conservatorio, comienzan dentro del programa “Hobby-based”, lo cual les da una flexibilidad y una oportunidad de realmente conocer la música sin presiones, para después decidir más adelante si realmente pretenden hacer de ella su profesión.

Los medios y posibilidades que ostenta en particular el Conservatorio de Helsinki, han supuesto para el alumnado participante en el programa Erasmus+ de nuestro centro, una experiencia inolvidable, de una riqueza inmensa a todos los niveles. Además, nuestros estudiantes han participado en varios conciertos, algunos de ellos con la orquesta del Conservatorio, y se han nutrido de los consejos inestimables de los profesores de instrumento, el director de la orquesta, los profesores de asignaturas teóricas y las conversaciones con colegas estudiantes finlandeses del conservatorio.

Durante la inmersión en las aulas, se saborean el conocimiento y los métodos pedagógicos a la vez que surgen prácticos y originales mecanismos para motivar al alumnado a reflexionar sobre las posibles elecciones en la interpretación de una obra. Nuevas ideas surgen de conversaciones con los distintos profesores, en un entorno estimulante. Se promueven el análisis y el uso de procesos de evocación poéticos y estilísticos como herramientas en la construcción de la performance de la obra, a la vez que distintos juegos para despertar o avivar el interés por la música y la concentración en el aprendizaje, con los más pequeños. Todas ellas prácticas incorporables al aula ya en Toledo. Decir que nuestros alumnos han producido una impresión excelente en los profesores que les han dado clase, poniendo de manifiesto el buen nivel del conservatorio.

No solamente valores musicales y artísticos se fomentaron en la experiencia Erasmus, también la convivencia y el respeto, el compañerismo y la sabiduría que da el conocer otras culturas y otros paisajes. Helsinki y Florencia, dos ciudades del proyecto común europeo que acerca Toledo a la enseñanza europea musical.

 

 

 

Entrada previa
“Circus Serendipity”, trabajando por proyectos
Entrada siguiente
Promoción de la convivencia en un CEIP